Quien no esta preparado hoy
lo estará menos mañana
Supongo que cuando alguien inventó pavimentar las calles y avenidas lo hizo para que todo tipo de vehículo móvil circule con mejor propiedad y seguridad, y aumentara la productividad de todos los ciudadanos en general. Construir una avenida cuesta mucho dinero, y siempre se hace pensando en mejorar la circulación vial de una ciudad, para beneficio de todos. Permite a las mamás llegar a tiempo a las escuelas a dejar a sus hijos, a las empresas a ser más productivas en el trazo de sus rutas de reparto, a los trabajadores les permite llegar puntuales y en menor tiempo a sus centros de trabajo, las ambulancias y patrullas de policía pueden llegar rápidamente a los llamados de auxilio, etc. Las avenidas se hicieron para que sobre ellas circulen carros, vehículos con ruedas, que tienen el derecho a una vialidad segura para transitar libremente, y poder desplazarse con tranquilidad y dignidad, para llegar al destino que necesite. Pero en nuestra ciudad, lamentablemente, la única avenida decente que tenemos, es cerrada continuamente para llevar a cabo eventos que nada tienen que ver con la circulación de vehículos. Me refiero a la Av. del Mar, Paseo Claussen y Olas Altas, que forman parte del principal atractivo turístico que tenemos en Mazatlán, que es su paseo costero. Entiendo la necesidad de hacer eventos como el Maratón y el Triatlón a lo largo de estas avenidas costeras por la espectacularidad que ello representa. Correr junto al mar es sin duda una experiencia única. Para nada critico los eventos, de los cuales me siento orgulloso, porque cuentan con una magnífica organización y son reconocidos a nivel mundial, felicidades por eso. Mi crítica va hacia las autoridades que a la fecha no han hecho nada por dar una alternativa vial digna y de calidad a los miles de automovilistas que nos vemos afectados por el cierre de esas avenidas, porque en Mazatlán no hay vías alternas que ayuden ni siquiera a paliar un poco el enorme caos vial que se genera en casi todas las calles y avenidas denominadas “vías alternas”, las cuales no están habilitadas para recibir a los cientos de vehículos que circulan diariamente por los siete kilómetros de paseo costero, cuando es cerrado. Las filas de automóviles se forman de semáforo a semáforo bloqueando el paso a las calles que atraviesan las avenidas grandes. Las calles que no tienen semáforo se congestionan de carros que necesitan cruzar y lo hacen a la brava, porque ni siquiera hay policías de tránsito suficientes. La verdad esos días mejor ni salir, porque hay embotellamientos en todos lados, provocando problemas de productividad en las empresas, desgaste en los automóviles, mayor gasto de gasolina, riesgo de accidentes, estrés en la gente, y un sin fin de problemas, que bien las autoridades deberían hacer un estudio para saber a cuánto hacienden los daños económicos que provocan. El cierre de calles y avenidas, por el evento que sea, en una ciudad que no tiene capacidad alterna, es como un monumento al autoritarismo de los servidores públicos, quienes están para regular y administrar los bienes de la ciudad, pero no para generar problemas a la ciudadanía. El malecón de Mazatlán es muy bello. Todos quisiéramos hacer un sin fin de eventos en él, pero no debemos olvidar que a lo largo de éste hay hoteles, condominios, casas habitación, tiendas, y comercios, miles de personas que viven y trabajan en ellos y que tienen el derecho al uso de la calle para llegar a pie o en vehículo. Personas que pagan sus impuestos y el predial. Es tiempo de que las autoridades correspondientes se pongan a trabajar en hacer vialidades alternas a las avenidas costeras, para que en el malecón se puedan hacer todos los eventos que se desee sin causar conflicto vial a toda la población.