Quien no esta preparado hoy
lo estará menos mañana
Muy lamentable lo que le pasa a nuestro querido puerto en materia de vialidades y sitios turísticos. El sábado pasado realicé una caminata por el malecón en Av. del Mar de Monumento al Pescador a donde antes se encontraba el Monumento a la Cervecería, entre las seis y siete de la tarde, y lo que vi, dan ganas de no volver. Aceras parchadas, rotas, basura, falta de bancas y botes de basura. Era una tarde muy fresca, muy agradable, con el sol casi por ponerse, muy propia para caminar, ejercitarse, pasear, o sólo admirar el mar y el bello atardecer. Emprendí mi caminata muy entusiasta, pero el exceso de personas, empezó a impedirme que hiciera la rutina de forma rápida y sin interrupciones, como suelo hacerla en el tramo del Malecón de Monumento al Pescador a Glorieta del Clavadista, donde por lo regular no hay mucha gente. Pero bueno, sé que el malecón no es una pista de atletismo, por lo que mi queja no es esa. Vi con mucha tristeza, no los malos, sino los pésimos e inadmisibles acabados de la remodelación del malecón en ese tramo donde fueron trasplantadas palmeras para dar una vista más espectacular a esa importante y primera cara del puerto. La banqueta es una verdadera revoltura de parches debido a la introducción de cableado y la delimitación del cuadro donde trasplantaron las palmeras, contrastando con el concreto viejo y el “ornamento” de piedritas incrustado a lo largo de la losa de cemento que conforma la banqueta del malecón, la cual luce con desprendimiento en su superficie texturizada o revestimiento, revenimiento disparejo, sobre todo en las juntas de los bloques de concreto, todo ello restando belleza y armonía en el acabado. Las rejillas para protección de las nuevas palmeras no son de hierro colado, sino de un material de polietileno o plástico de alta resistencia que da la apariencia como si fuera de fierro, su aspecto con el tiempo se verá como sucio; además de que no están parejas con el nivel de la banqueta representando una condición insegura lo que puede causar que las personas tropiecen o quienes patinen tengan un accidente. Pude observar troncos dañados de algunas palmeras o con hendiduras por el paso del tiempo, lo que da la impresión de tener alguna enfermedad. Observé que se están construyendo más palapas para restaurante sobre la arena, quedando cada vez menos espacio para bañistas. La franja de arena se ve muy angosta a lo largo de toda la Av. del Mar, lo que sin duda es un foco rojo, porque será insuficiente para los miles de turistas que vienen a Mazatlán, aun ahora que hay muchos lotes baldíos y que en un futuro se construirán torres de hoteles y condominios, lo que ocasionará que todo el malecón colapse al no ser capaz de albergar a tanto visitante. Esta Semana Santa se repetirá el Par Vial, o sea, hacer de cuatro carriles la Av. camarón Sábalo, lo que es muestra que no se hizo nada durante un año, para resolver este gravísimo problema vial, ante la inconformidad de los comerciantes de la zona quienes ven mermadas sus ventas, ya que esa vialidad no tiene opción para regresar sobre ella misma, sino que se tiene que internar en las calles laberínticas de los fraccionamientos aledaños, en los que hasta la misma gente de Mazatlán se pierde, cuantimás un turista, por mas señalética que improvisen, o dar un kilométrico e innecesario rodeo para ir al centro y otros lugares fuera de la Zona Dorada. Nunca prepararon a Mazatlán para la apertura de la carretera Mazatlán Durango, y ahora todos estamos pagando las consecuencias. El pueblo por pasivo y nada participativo que deja a las autoridades hacer lo que les conviene, y a las autoridades por el nulo interés en dar soluciones reales y a la altura de las necesidades de nuestra ciudad. Oídos sordos y vista corta, son muy mala combinación. El Par Vial es una solución buena y perjudicial al mismo tiempo, y muy vergonzante, que exhibe el desinterés y la falta de capacidad de las autoridades para poner orden en la zona turística más importante de Mazatlán.